En serio que estos dos son exasperantes. Uno con la variedad emocional de Ron Weasley (osease la de una chucharita de té) y el otro con hipersensibilidad nivel adolescente "nadie me entiende".
Ya hablando en serio, aunque el director Kang es mi prototipo de hombre (no por lo macho, sino por lo imponente, por eso adoro a Snape y Kalego-sensei), la autora le dio un rango de emociones "externas" apenas visibles, pero lo cierto es que el director siente mucho. No se si tuvo algún trauma o una educación deficiente donde se pondero las habilidades mentales sobre las sociales, pero es evidente que tiene problemas para definir y expresar las emociones abstractas.
Ahn es harina de otro costal y es evidente que esta llegando a su limite de lo que puede aguantar, y cree firmemente que el director no siente nada por él, por que él mismo le dijo y dio a entender eso con sus acciones anteriores.
Solo nos queda confiar en la secretaria Cha y Mina. Nadie me saca de la cabeza que esas dos son las indicadas para que Ahn y Kang tengan su final feliz con delicioso.